Este hombre que me acompaña, dicen que es un tío mediático. Nunca he entendido muy bien el significado de “tío mediático”, ayer lo pude comprobar.
Coincidí con el, en el local de acreditaciones. Me presente –el no hizo falta que se presentara- de ello se encargaban la nube de fanáticas/os adictos de la televisión basura.
Su nombre es José Manuel Estrada, pero todas las becerras/os no paraban de gritar “Pipi, pipi”. La fama ha este tío no le ha llegado por el deporte, ni por su trabajo de periodista.
Le ha llegado por el camino más fácil de la basura, el de juntarse ha despojos parecidos al protagonista. José Manuel es un tío que va pendiente de cualquier llamada y no telefónica (como mi amigo Periko). Me refiero ha que le da igual carne que pescado, en castellano que le insulten o le piropeen.
Ayer ha mi lado ha parte de sacarse 55.000 fotografías, su trabajo como periodista, es de cuarentena. El típico dandi que me lo tienen que traer aquí (el inalámbrico), que pasa de las conexiones porque se pasa todo el partido dando clases de entendido del Real Madrid. ¡Hombre, aunque solo sea por los partidos que se traga de ese equipo!
En la sala de prensa, el jefe le pillo en fuera de juego (lo de antes hablando con colegas y sin enterarse de su currelo) muy habitual en ambos.
Después le acompañe hasta la casa de unos amigos suyos – en el barrio de Indautxu – y tan amigos.
Durante el partido era, como los de un pueblo llamado Orbaneja del Castillo. Cuando metía el Real Madrid se volvía hacia nosotros y decía: “Lo que yo había dicho, el Madrid es superior”. Cuando la montaba el arbitro al Athletic: “Este arbitro va contra el Athletic” y cuando marcaba el Athletic: “venga, venga eso es lo que yo quiero”.
Quien le entienda que le compre….ya los de la basura televisiva.
Coincidí con el, en el local de acreditaciones. Me presente –el no hizo falta que se presentara- de ello se encargaban la nube de fanáticas/os adictos de la televisión basura.
Su nombre es José Manuel Estrada, pero todas las becerras/os no paraban de gritar “Pipi, pipi”. La fama ha este tío no le ha llegado por el deporte, ni por su trabajo de periodista.
Le ha llegado por el camino más fácil de la basura, el de juntarse ha despojos parecidos al protagonista. José Manuel es un tío que va pendiente de cualquier llamada y no telefónica (como mi amigo Periko). Me refiero ha que le da igual carne que pescado, en castellano que le insulten o le piropeen.
Ayer ha mi lado ha parte de sacarse 55.000 fotografías, su trabajo como periodista, es de cuarentena. El típico dandi que me lo tienen que traer aquí (el inalámbrico), que pasa de las conexiones porque se pasa todo el partido dando clases de entendido del Real Madrid. ¡Hombre, aunque solo sea por los partidos que se traga de ese equipo!
En la sala de prensa, el jefe le pillo en fuera de juego (lo de antes hablando con colegas y sin enterarse de su currelo) muy habitual en ambos.
Después le acompañe hasta la casa de unos amigos suyos – en el barrio de Indautxu – y tan amigos.
Durante el partido era, como los de un pueblo llamado Orbaneja del Castillo. Cuando metía el Real Madrid se volvía hacia nosotros y decía: “Lo que yo había dicho, el Madrid es superior”. Cuando la montaba el arbitro al Athletic: “Este arbitro va contra el Athletic” y cuando marcaba el Athletic: “venga, venga eso es lo que yo quiero”.
Quien le entienda que le compre….ya los de la basura televisiva.
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