lunes, 26 de enero de 2009

MI TIEMPO

Estoy mirando por la ventana, de el cuarto donde tengo el “ordeñador” y veo una noche de perros (agua, granizo y 10,6º a las 0.18h.).
Hace cuatro días, como aquel que dice nos quejábamos de que no caía ni gota de agua y mira tú por donde, estamos con uno de los peores inviernos de los últimos años.

Hemos tenido chubascos, chubascos torrenciales, nevadas y hasta ciclones explosivos. Se han tenido que abrir -en un par de veces- las compuertas de los pantanos que nos dan de beber ha Bizkaia y Álava, se ha estado ha “un tris” de que el Nervion se enfadara como en aquellas terribles inundaciones de los 80.
El otro día escuche en una emisora, que con los litros de agua que tienen los pantanos. Había agua suficiente para lo que queda del presente año y todo el siguiente (si no llovía ni una gota más) pero el límite se alargara, visto que no hay hijo madre que tape la avería.

De todo esto se saca como en todo, una parte positiva y otra negativa. En el lado positivo es que nos olvidaremos de aquellos “añus horribilis” de inesperada sequía que padecimos por estos lares. También para los que trabajamos en el mundo del vehículo es positivo que llueva, ya que esto hace que las instalaciones se nos queden pequeñas de vehículos lesionados en su estructura.
Hoy de las granizadas que ha tirado algunos temíamos hasta por nuestros cochecitos (recuerdo al de un mes de entrar, Julio, cayó una granizada –pedrada como se dice en Lleida- que se nos desbordo el taller.

Hoy hemos recibido gustosamente vehículos con lunas rotas y techos de cristales rotos, procedentes de roturas por tejas, colgadores voladores y macetas varias.
En fin….. en tiempos de crisis, donde lo único que se habla es de despidos. Un poco de aire fresco no esta mal ¿verdad?, ahora solo falta que venga el entendido y diga que estamos “al %”.

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