Los que nos quedamos, mientras la familia disfruta somos menos cada vez, pero somos.
Unos por el apellido como es mi caso, otros porque tienen un mes de vacaciones y lo reparten como mejor pueden, otros por darse un tiempo de respiro. En definitiva, son esos que se quedan trabajando en su localidad, mientras el resto de la familia disfruta con kilómetros de distancia.
Si la familia esta unida, la primera vez duele muchísimo dejar a la otra parte. Ya la segunda ocasión es dura pero menos y la tercera, después la cuarta….
Si la familia tiene problemas, es casi una bendición el poner tierra en el medio. El tiempo hace de examinador de los problemas y los deja en nada.
En definitiva, el titulo de Rodríguez que viene de hace varios lustros, divide a la familia por temas principalmente laborales. Pero por contra sirve de examinador de la fuerza de la relación familiar, si va bien la mejora y si va mal pues hace de frontera para examinar ambas partes familiares en lo que se tienen que aplicar para el “nuevo curso” de la vida misma.
miércoles, 12 de agosto de 2009
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