lunes, 28 de septiembre de 2009

LA SOLEDAD DEL CAMINANTE

El próximo fin de semana, veras muy cerca de donde te encuentras gente dando paseos (al lado del mar, en el monte, en la ciudad, en la carretera….). Habrá gente feliz que va en solitario, en pareja, con los niños, en cuadrilla, pero por el contrario también habrá gente descontenta con esa situación.

Me voy ha centrar en estos últimos, conozco una persona que va los domingos a pasear y ve a las familias, ve cuadrillas de amigos, de jubilados que se lo pasan bomba.
Mientras el piensa, cuando será el día que sus amigos y su familia le acompañen como los de enfrente. Para disimular, se coloca unos cascos para no escuchar lo maravilloso que pasa a su alrededor y sigue hacia delante observando, siempre observando en solitario.
Esta burbuja aumenta, al comentar este en el trabajo lo maravilloso que ha resultado su paseo acompañado de amigos y familia, quizás porque no le queda otro remedio que contar esto cínicamente.
Puede que pida imposibles, porque le gusta dar grandes paseos. Pero el seria feliz con recorrer 50 metros acompañado, ha llegado ha pensar que con esta ola de atracos que se están dando con la crisis, el es un candidato idóneo (caminante solo).
Dando estos paseos se esta infectando de varias enfermedades, una el de la envidia de ver en los demás lo que el querría y la otra que se cree tener un problema “de salido” al ir fijándose en todas las guapas mujeres que se cruzan en sus paseos.

El colmo es que algunas veces me ha contado, que se ha encontrado con familiares y amigos y les ha tenido que engañar diciendo: “…me voy que van por adelante unos amigos y familiares”.

Seguro que hay gente que piensa que mejor solo que mal acompañado, pues si. Pero ya sabes que al ser humano nuca nos gusta lo que tenemos y si lo que dispone el vecino.
Pero quizás por eso, podría tener alguna posibilidad de pasear con sus amigos (si los tiene o con su familia (si le apoya).

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